Generalización de la aritmética en la que se utilizan símbolos para representar cantidades desconocidas, de manera que podamos convertir expresiones verbales en enunciados matemáticos más concisos, mecanizando y automatizando entonces el proceso del pensamiento, así como el proceso de resolución.Por ejemplo, para encontrar qué número, más un número que es menor en uno, equivale a 11, se puede utilizar un símbolo "x" para representar este número desconocido. En consecuencia, el lenguaje común anterior se puede rescribir como "x, más (x-1), igual a 11". Simplificando la expresión, se produce la ecuación que se muestra a continuación:
x + (x-1) = 11
Por lo tanto,
x + x-1 = 11
2x - 1 = 11
2x = 12
x = 6
Podría preguntarse por qué necesitamos meternos en tanto problema introduciendo una variable x, haciendo una ecuación a partir de una declaración ordinaria, y después resolviendo para x, cuando podemos resolver el problema original usando simple aritmética. La razón es que el álgebra es un nivel superior de la aritmética. La aritmética básica que hemos aprendido sólo es suficiente para resolver problemas simples o de pequeña escala. Cuando los problemas se vuelven más complejos, o se convierten en proyectos de gran escala, necesitamos herramientas más poderosas que nos ayuden. Es aquí donde brilla el álgebra. La ventaja de usar el álgebra se vuelve más evidente cuando el problema se vuelve más complejo.
